Cómo transportar una nevera en una mudanza

A la hora de realizar una mudanza, es importante que te asegures de que todos tus enseres se transportan de la forma más adecuada. Por ello vamos a aprender cómo transportar una nevera en una mudanza, prestando atención a la seguridad, a la comodidad y por supuesto con el objetivo de que llegue en perfectas condiciones a su destino.
Consejos para transportar una nevera
A la hora de transportar una nevera, es muy importante tener en cuenta una serie de recomendaciones que permitan hacerlo de forma segura y con la tranquilidad de que el electrodoméstico se va a encontrar en perfectas condiciones de funcionamiento a nuestra llegada al destino.
Para ello es importante que tengáis en cuenta los siguientes consejos sobre cómo transportar una nevera o cómo transportar un frigorífico.
Vaciar la nevera
Lo primero y más evidente es que, para realizar el transporte, es necesario que la nevera se encuentre completamente vacía.
Esto significa que deberemos sacar todos los alimentos que haya en su interior, asegurándonos de que no queda nada que se pueda estropear.
Retirar estantes
Una vez que lo hayamos sacado todo, será el momento de retirar los estantes y cajones que haya en su interior, ya que si los dejamos colocados, por una parte la nevera va a pesar más, y por otra, si alguno se suelta durante el transporte, puede dañar partes interiores del electrodoméstico.
Recuerda que los vas a poder encontrar tanto en el frigorífico como en el congelador, y dependiendo del modelo, contará con un sistema de sujeción diferente.
Es importante que tengas en cuenta que estos sistemas de sujeción han sido diseñados para garantizar una buena sujeción a la vez que facilitar su colocación y extracción, pero el problema es que en algunas ocasiones desconocemos cómo funciona y es habitual que tengamos a dar tirones, con lo cual podemos romper alguna pieza y tener después problemas con el agarre de estos elementos.
Por esa razón no recordamos que esto es algo que hay que hacer con tranquilidad, y siempre buscando dónde está el truco para poder sacar todos los elementos con la máxima suavidad.
Desconectarla
Ahora es el momento de desconectar la nevera, y para ello no tienes más que desenchufarla y dejar las puertas abiertas para que se ventile y la temperatura se normalice en su interior.
El objetivo es acabar con toda la humedad acumulada, por lo que recuerda que deberá estar desconectada al menos durante un día entero.
En el caso de que tengas una máquina de hielo, recuerda desconectarla del filtro.
Vaciado de agua
Tanto por el uso como por el hecho de que estamos interrumpiendo el funcionamiento de la nevera, es posible que pequeñas acumulaciones de humedad o hielo se hayan ido decantando hasta el depósito de acumulación, lo que significa que el mismo estará lleno de agua.
Asegúrate de vaciarlo antes de mover la nevera, o acabarás poniéndolo todo perdido.
Limpieza de la nevera
Ha llegado el momento de limpiar la nevera en profundidad, para lo cual lo más recomendable es hacer una mezcla de 500 ml de agua tibia y 250 ml de vinagre blanco, ya que si utilizas productos químicos, es posible que te cueste eliminar el olor cuando la vuelvas a poner en marcha.
También es importante que aproveches para limpiar bien tanto los cajones como los estantes que habías retirado.
Una vez que hayas terminado de limpiarla, asegúrate de que las secas perfectamente.
Asegurar las puertas
Antes de realizar el traslado es importante que asegures las puertas para evitar que se puedan abrir en el momento menos indicado.
Para ello puedes utilizar sistemas de sujeción específicos o incluso un poco de cinta de carrocero.
Embalar la nevera
Si todavía guardas el embalaje original te asegurarás de que la nevera irá completamente protegida, pero como esto no es habitual, te tienes que asegurar de utilizar un buen protector que evite daños durante el transporte.
No olvides embalar también el resto de piezas como los cajones y las bandejas.
Cómo cargar la nevera
Las neveras pesan bastante, por lo que se intentamos cargarlas manualmente nos podemos llegar a lesionar, de manera que lo recomendable es hacerlo utilizando plataformas y carretillas destinadas al transporte de muebles, y como no es habitual que tengamos esto en casa, lo mejor es contratar en este momento a una empresa de mudanzas, ya que por muy poco dinero tendrás la total seguridad de que la nevera va a llegar en perfectas condiciones y tú también.
Recuerda que la nevera deberá ir vertical todo el camino, ya que transportar nevera tumbada puede llegar a ser peligroso.
Subir la nevera al nuevo hogar
Si todavía no vas a llevar los electrodomésticos al destino, los puedes guardar en un lugar seguro optando por un servicio de alquiler de guardamuebles, donde los podrás dejar el tiempo necesario hasta que tengas tu nueva vivienda preparada.
Cuando llegues al destino, si la escalera o el ascensor son muy estrechos, la mejor solución es contratar un montamuebles que te pueda ayudar en la mudanza nevera y con otros muebles que tengas que subir, lo que hará que todo el proceso sea rápido, mucho más sencillo y sobre todo más seguro tanto para el electrodoméstico como para ti.
Y una vez que haya llegado a su ubicación definitiva, deberás esperar unas cuantas horas antes de enchufarlo, ya que los gases y líquidos del sistema habrán estado en movimiento durante el transporte, por lo que hay que darles un tiempo para que se estabilicen adecuadamente.