Mudanza de una oficina

Lo más valorado por una empresa en su traslado es la la eficiencia, evitar trastornos en el funcionamiento de la empresa su mayor preocupación
Las mudanzas de oficinas tienen un tratamiento muy distinto al de los traslados de hogar.
Obvio, ¿verdad? Se trata de una mudanza de grandes dimensiones porque la carga de trabajo es mucho más delicada: hay que trasladar archivos, documentos, servidores, equipos de informática, mobiliario… Hay que ajustarse mucho más a un tiempo preciso porque al tratarse de una empresa, sus tareas han de seguir ejecutándose al menos bajo mínimos. Se trata pues, de interferir lo menos posible en las labores de ésta.
Para que no haya problemas durante el proceso de traslado , hay que tener en cuenta las siguientes consideraciones:
En primer lugar: planificación e inventario. Al igual que en una mudanza particular, es necesario hacer una planificación y un inventario para que todos los objetos lleguen a su destino de forma correcta.
Siguiendo con la pauta marcada, sería más que recomendable (más que nada para evitar futuros problemas cuando se depositen los nuevos enseres) conocer conocer todos los servicios del nuevo local, ya que en la mayoría de los casos suelen estar a nombre de los anteriores propietarios. Y por supuesto actualizar la correspondencia para la nueva dirección de la oficina.
A continuación, dejar a mano todo el material de uso diario: teléfonos, documentos y el mobiliario… lo justo para ofrecer unos servicios mínimos. No es bueno que una empresa deje de ofrecer sus servicios aunque sea de forma mínima solo porque se esté trasladando a otro lugar. Eso da más confianza a los clientes de ésta.
Ofrecer servicios complementarios: no hay que limitarse únicamente al traslado de mobiliario de un punto a otro. Es recomendable que la empresa de mudanzas ofrezca una serie de servicios complementarios para globalizar el proceso. Un ejemplo de servicio complementario sería el de la destrucción certificada de archivos, o la retirada del mobiliario antiguo o equipos informáticos obsoletos.
Y lo más importante aunque no lo parezca: contactar con los clientes para hacerles saber sobre el traslado de la empresa. De esta forma, en cualquier momento se pueden comunicar con la empresa facilitando unos teléfonos de asistencia mínima.
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